sábado, 6 de diciembre de 2014

LA COLUMNA VERTEBRAL Y EL USO DEL TACÓN

Los zapatos, son uno de los accesorios que no pueden faltar en el guardarropa de las mujeres, sobre todo los de tacón alto, ya que estos son símbolo de sensualidad, coquetería y personalidad en el género femenino.
Datos del IMSS revelan que hasta 70% de las mujeres, entre los 20 y 60 años de edad los utilizan. Sin embargo, el hecho de lucir unas piernas esbeltas y estéticas, a través de los tacones altos, tiene sus consecuencias.
Éstas, van desde las malformaciones en pies y rodillas, hasta daños irreversibles en la columna vertebral que, en muchas ocasiones, acaba en el quirófano. Los zapatos con tacón alto generan que el pie sostenga el peso del cuerpo en un sólo punto, lo que crea un desequilibrio y por consecuencia, una alteración biomecánica por el exceso de trabajo que hacen los músculos y huesos.

Estragos de los tacones altos


De acuerdo con el Dr. Jesús Contreras, jefe de cirugía de Columna del IMSS, las mujeres tienen varios riesgos por usar este tipo de calzado:
Pueden presentar problemas en la columna vertebral, ya que el cuerpo se inclina hacia delante y la pelvis hacia atrás haciendo un gran esfuerzo en ésta; podrían desarrollar dedos martillo o juanetes y callos, debido a que la altura del zapato obliga a los dedos a forzar su posición presionándolos continuamente, así como los músculos de la pantorrilla”.
Contreras Nájera, indicó que las alteraciones biomecánicas provocan el envejecimiento de los discos intervertebrales o degeneración discal, que con el paso del tiempo trae compresión de los nervios y la probable necesidad de cirugía como tratamiento.















Las alternativas...


El experto en salud, recomienda disminuir o eliminar el uso de tacones altos (los mayores a tres centímetros), así como preferir zapatos con mayor soporte (tacones anchos) o que sean fisiológicos, es decir que permitan al pie adoptar su posición natural.

El doctor Contreras Nájera, afirmó que el uso frecuente de tacones altos provoca alteraciones al caminar, por intentar mantener el equilibrio a pesar de un bajo soporte:

El tacón desplaza el peso del cuerpo hacia delante. Esto genera una tensión sobre un punto definido y ocasiona un mal riego sanguíneo y colocan a la rodilla en una posición comprometida al obligar flexiones que pueden producir lesiones”, reiteró el especialista del IMSS

Es verdad y no un mito que al usar tacones altos la columna modifica su estado, afectando las curvaturas anatómicas del cuerpo y sobre todo la musculatura encargada de equilibrar las fuerzas de tracción, movimiento y estabilidad.
Dos ejemplos muy comunes que se dan por el uso de tacones, es el hallux valgus ( juanete ), lumbalgia crónica degenerativa.
Los estudios realizados por el Orlando Spine Center (Centro de la Columna Vertebral de Orlando) muestran que la presión sobre el área del dedo del pie de una mujer aumenta espectacularmente en relación a la altura de sus tacones. Varía entre el 22 por ciento de las mujeres que usan zapatos de tacón de una pulgada (2, 54 cm), según el análisis del centro, hasta un aumento del 76 por ciento para las que usan tacones de tres pulgadas (7,6 cm). Una mayor presión en el área de los dedos puede contribuir al dolor en las articulaciones y los músculos que intervienen en la tendencia natural del cuerpo para compensar la tensión contra la columna vertebral.



























Tacones durante el embarazo


Muchas mujeres que utilizan tacones también cuando se quedan embarazadas. Sin embargo, usar zapatos con tacones altos durante el embarazo, sobre todo en el tercer trimestre de la gestación, no es recomendable y puede tener consecuencias sobre la salud de la futura mamá, además de aumentar la posibilidad de caídas, con el consiguiente riesgo para el feto.
Los principales factores por los que no es aconsejable usar tacones durante el embarazo  son:

  • En el embarazo se produce un aumento de peso, y la barriga al crecer altera el centro de gravedad del cuerpo de la mujer y se acentúa la curvatura lumbar. Si a esto se añade el efecto de los tacones, que desplazan el cuerpo hacia delante y obligan a echar la espalda hacia atrás para compensar, se pueden sufrir dolores de espalda.
  • Además de alterar la postura, los tacones acortan los músculos de la pantorrilla, lo que se traduce en una mayor presión en las articulaciones (espalda y rodillas) que durante el embarazo ya están sometidas a una presión adicional.
  • Los cambios hormonales –el aumento de la producción de la hormona relaxina– hacen que músculos y ligamentos se ablanden y estiren, y esto vuelve a la embarazada más propensa a esguinces y torceduras.
  • Algunas mujeres sufren retención de líquidos, una complicación del embarazo(sobre todo en el último trimestre) que provoca hinchazón de pies y piernas, y un calzado inadecuado favorece su aparición.